La escena comienza con una esclava morena, vestida con equipo de bondage, arrodillada en el suelo, con las manos y los pies atados. Su amo entra en la habitación y la ata aún más, dejándola completamente sumisa e impotente. Luego, el amo la morda, usando una gran cuerda para atarla alrededor de su boca. La esclava lucha por respirar y pide ayuda, pero su amo no termina. El amo continúa dominándola, usando su propio cuerpo para empujar el consolador más y más profundo dentro de ella. La escrava suplica por piedad, pero su Amo se niega a dejarla ir. La escena termina con la esclava completamente agotada y sumisa, su cuerpo retorciéndose de dolor y placer.