En este video explícito e intenso, se ve a un joven universitario gay sentado en su cara de cerdo en una sesión de BDSM. Está ansioso por complacer a su amo, quien claramente está dotado de una polla masiva. El chico sumiso gime y se retuerce de placer cuando el compañero dominante toma el control de él, empujándolo por detrás. La cámara captura cada detalle de su intenso encuentro, desde el habla sucia del esclavo hasta el apetito voraz del monstruo por orinar. Este es un video imprescindible para cualquiera que ame el BDSM, el juego anal y un esclavo salvaje y cachondo que ansía nada más que ser llenado de orina.