La impresionante belleza dominicana está de humor para una acción ardiente en la bañera. Lleva un atuendo apretado y tonificado que acentúa sus curvas, que sin duda encenderán a cualquiera que las vea. Mientras se mete en ello, comienza a jugar consigo misma, usando sus dedos para acariciar su cabello y provocarse a sí misma con cada momento que pasa. Su cuerpo está cubierto de piel espesa y sedosa, que solo pide ser dedulada.