Nathan Bronson y su novia Kyler Quinn estaban enseñando a su hija el arte del placer, y ella estaba ansiosa por aprender.Nathan, con su considerable polla, era el maestro perfecto.Él le mostraba cómo acariciarlo, cómo llevarlo a su boca, y cómo montarlo.La jovencita era una aprendiz rápida, y pronto estaba rogando por más.Nathan obligó, llevándola por detrás en una follada brusca y apasionada.Kyler observó desde el costado, sus propias necesidades insatisfechas pero satisfechas por la actuación de sus parejas.La joven chica siguió montando a Nathan, sus gemidos llenando la habitación, hasta que finalmente se corrió sobre su cara.Kylers, satisfecho con la lección, salió de la habitación, dejando a Nathan a limpiar.La familia tabú se había quebrado, y era una lección que nunca olvidarían.