Una joven adolescente rusa, recién salida de su adolescencia, siempre había sentido curiosidad por el tamaño de una polla negra.Viviendo en Moscú, no tenía ni idea de cómo satisfacer su curiosidad hasta un encuentro casual con un chico checo.Este chico, sin embargo, no era cualquier hombre.Poseía una polla monstruosa, una gran polla negra que se alzaba sobre su pequeño marco.La vista la dejó jadeando de incredulidad, los ojos a lo grande con asombro y miedo.Pero a medida que revelaba su gruesa y venosa verga, su curiosidades se convirtió en deseo.A pesar de su inexperiencia, se encontró sucumbiendo al atractivo de esta enorme verga negra.La vista de ella, la sensación de ella contra su piel, encendió un fuego dentro de ella.Y a medida que la embestía profundamente dentro, se dio cuenta de que su deseo se había hecho realidad.Había experimentado el placer de una gran verga negra, una enorme polla negra, que la había dejado suplicando por más.