Yo estaba en medio de una reunión de negocios con mi nuevo jefe, un negro despampanante que destilaba un aura de poder y autoridad.A medida que profundizamos en los detalles más finos de nuestro próximo proyecto, no pude evitar ser atraído por su energía cruda y primaria.La tensión entre nosotros fue palpable, y me encontré incapaz de resistir sus avances.Con una urgencia repentina, me tomó por detrás, sus fuertes manos agarrando mi cintura mientras me penetraba profundamente.La habitación resonó con los sonidos de nuestra pasión compartida, una sinfonía de placer que solo sirvió para agudizar la anticipación de nuestras negociaciones inminentes.La vista de él, tan mandadora y dominante, fue suficiente para hacerme débil arrodillada.Cada movimiento se calculó, cada embestida diseñada para empujarme al borde del éxtasis.Y al llegar al pico de nuestro placer, sabía que esto era solo el comienzo de nuestra relación profesional y personal.