Fue un día típico cuando supe que mi padrastro estaba siendo ingresado en el hospital, y mi madrastra quedó sola en casa.No pude resistir la tentación de colarse en su casa y sorprenderla con un encuentro caliente.Nada más verme, sus ojos se iluminaron de la excitación.Me invitó a pasar, y sin dudarlo, se dejó caer de rodillas y comenzó a darme placer.Sus manos exploraron cada centímetro de mi palpitante virilidad, volviéndome loca de deseo.Esto no era más que cualquier encuentro, era un encuentro prohibido entre un hijastro y su madrastro, un tabú que solo se sumó a la emoción.Mientras la tomaba en el sofá, podía sentir el calor subiendo entre nosotros.Nuestros cuerpos se entrelazaron en un abrazo apasionado, nuestros gemidos de placer resonando por la casa vacía.Esto no fue más que una rápida cogida, fue una lenta y sensual exploración de los deseos de los demás.Y cuando terminamos, ambos sabíamos que esto era solo el comienzo de nuestro amor prohibido affair.