Una anciana profesora le enseña a una joven estudiante una lección que no olvidará

En un salón de academia, un profesor irato confronta a su joven estudiante sobre su pobre desempeño.A medida que se desarrolla el acalorado intercambio, la ira del profesor se intensifica, revelando sus verdaderos motivos.No le interesan sus calificaciones, pero en su cuerpo.La dinámica de poder cambia cuando él le ordena que se caiga a sus rodillas, bajando el cierre de los pantalones para revelar su miembro palpitante.La joven, inicialmente desconcertada, pronto sucumbe a sus avances, llevándolo ansiosamente a su boca.La larga y sin pelo del profesor estira los labios hasta sus límites, con los ojos llenos de miedo y deseo.La intensidad se acumula a medida que ella lo toma más profundo, con los cabellos en cascada por su espalda.El profesor luego la voltea sobre el escritorio, tomando el control mientras ella gime de placer.Se sumerge en ella, con la humedad resonando por la habitación.El clímax es intenso, dejando su cara cubierta en su liberación.El profesor, satisfecho, abandona la habitación, dejando a la joven, ahora plenamente consciente de su nueva lección, para limpiar el desorden.