Un joven resultó herido y doloroso, su madrastra vino en su ayuda.A medida que ella lo tendía, la tensión entre ellos creció palpable.La madrastro, una voluptuosa belleza latina, no pudo resistir el atractivo de su hijastro lesionado.Comenzó a acariciar su hombría, encendiendo un deseo ardiente dentro de él.Mientras se quitaba la ropa, dejando ver sus amplias curvas, se llevó su miembro palpitante a su boca.El chico lesionado gemía de placer mientras ella lo complacía expertamente.La vista de su madrstra de rodillas, llevándolo profundamente en su boca, era demasiado para que él se resistiera.Le soltó la carga en su boca de espera, llenándola con su cálida leche.La madrugada le soltó, saboreando cada gota, dejándolo satisfecho y contento.