En un encuentro caliente, mi hijastra y yo nos vimos encerrados en un abrazo apasionado.Ella había estado fuera por 28 días, y a su regreso, estaba ansiosa por disfrutar de un placer intenso.Con sus curvas voluptuosas y su irresistible encanto latino, ella era una vista para contemplar.No perdimos el tiempo, buceando directo al calor del momento.Desvelé mi impresionante hombría, lista para llevarla a nuevas alturas de éxtasis.Mientras nos poníamos abajo y sucios, no pude evitar preguntarnos si estaba lista para mi carga masiva.Cuando le pregunté, ella solo me animó más, avivando mi deseo.Con cada embestida, me sentí llegando al borde.Por último, con un fuerte gemido, solté mi semen caliente dentro de ella, llenándola de mi semilla.El pensamiento de que estaba embarazada de mi semen solo hizo que la experiencia fuera aún más estimulante.