Después de un largo e intenso día de trabajo, mi amante se precipitó al baño para desenrollarse y darse placer a sí misma.Cuando se deslizó en las cálidas aguas del baño, su mente comenzó a vagar, y su cuerpo siguió el palo.Empezó a tocarse, sus dedos explorando lo más profundo de su jugoso y enorme coño.Su clítoris se engullió de sus dedos, y el placer comenzó a acumularse.Ella podía sentir su orgasmo acercándose, y con cada roce, se hacía más fuerte y más fuerte hasta que la consumía por completo.Al llegar al pico de su éxtasis, liberó un poderoso chorro de semen de sus jugos amorosos, un testimonio de la intensidad de su orgasmos.Esto no era solo un simple chorro; era una demostración de placer puro y sin adulterar que la dejaba sin aliento y satisfecha.