En pleno corazón de Florida, la inocente Minnie Rose fue detenida sin miramientos por razones desconocidas.¿Su crimen?Al estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.Encadenada y despojada de su dignidad, se encontró transformada en un mero objeto de deseo, un jugueteo para el placer sádico de sus captores.¿Sus castigos?Para ser sometida a la forma más extrema del BDSM, un reino de tortura y humillación más allá de sus pesadillas más salvajes.Su cuerpo se convirtió en un lienzo por sus perversos deseos, adornado con cables eléctricos que enviaban olas de dolor abrasador recorriéndose a ella. Los gritos de esta pobre víctima se hicieron eco a través del hospital, un marcado contraste con el ambiente calmante de la curación.Sin embargo, ante tal crueldad, Minnie Rose no flaqueó.Soportó, su espíritu tan irrompible como las esposas que la ataban.Por cada voltio de dolor, ofreció un gemido de placer, una suplica silenciosa por su libertad.Y así, el sórdido intercambio se desarrolló, un trueque de sexo por la libertad, un prisionero que intercambiaba su inocencia por la liberación.Este es el asombroso cuento de Minnie Rosa, víctima del sistema de justicia criminal se convirtió en un juguete para los perversos deseos de los demás.