Siempre he encontrado a mi prima, una vixen voluptuosa con curvas en todos los lugares correctos, irresistiblemente atractiva.Nuestras reuniones familiares a menudo estaban llenas de miradas coquetas y toques sutiles, lo que lleva a acalorados momentos de pasión detrás de puertas cerradas.En una de esas ocasiones, finalmente sucumbimos a nuestros deseos.Cuando entramos en mi habitación, el aire se quebró de la anticipación.Empezamos a desnudarnos mutuamente, dejando al descubierto nuestros cuerpos en su plena gloria.La vista de sus curvas deliciosas y mi físico firme solo alimentó nuestro deseo.Empezamos a explorarnos, nuestras manos vagando libremente.La intensidad fue aumentando a medida que nos involucramos en varios actos sexuales, cada uno más estimulante que el anterior.Nuestros cuerpos se entrelazaron en un baile de placer, nuestros gemidos resonando por la habitación.El clímax fue explosivo, dejándonos a ambos sin aliento y saciados.Era una noche de pasión desenfrenada que ninguno de nosotros había experimentado nunca antes.