Después de una noche salvaje con mi chica decidimos regresar al hotel para tener algo de acción caliente.Ella siempre se baja por un buen rato, y esta vez no fue la excepción.Es un poco traviesa, pero me encanta por ello.Se ha puesto un cuerpazo, con unas tetas naturales que son simplemente perfectas.Nada más subir a la habitación empezó a provocarme, presumiendo su lencería sexy.No pude resistirme, y antes de darme cuenta, nos estábamos poniendo manos a la obra.Me dio una mamada increíble, antes de que la volteara y la tomara por detrás.La vista de ella en esa posición, con su lenceria apenas cubriendo su culo redondo, fue suficiente para volverme loca.Seguimos nuestra reventada, con ella montándome en posiciones de vaquera y misionero.El gran final fue cuando se agachó, llevándose hasta lo más profundo hasta correrse por todos lados.¡Qué viaje tan salvaje!.