Un repartidor de pizzas consigue más de lo que esperaba cuando un cliente le confronta con enfado la pizza fría.En un ataque de frustración, desnuda su enfado al repartidora, despojándose de la ropa y exigiendo saber lo que se ha metido.Al bajar el cierre de los pantalones se ha encontrado con una enorme polla negra que ella ansiosamente comienza a cubrir en pizza.Después de una mamada con garganta profunda, ella abre sus piernas para que la coma, antes de que él la tome por detrás follando con su culo apretado.La acción continúa con ella montándolo y haciendo que sus grandes tetas reboten mientras la folla duro.El repartidoro, resulta que es un amigo íntimo de la chica, y llevan años jugando esta broma el uno con el otro.Mientras terminan, comparten una risa y un beso, antes que el repartido apresurado haga un retiro precipitado.