Maddy May, un joven e inocente paciente, se encuentra en la mesa del examen, con las piernas abiertas de par en par, mientras el pervertido médico, el Dr. Cock, realiza un examen físico exhaustivo.Sus manos vagan por donde no deberían, explorando sus zonas más íntimas.Inestable pero cumpliendo, Maddy mayo observa cómo el doctor desvela su enorme miembro, una monster cock que la deja boquiabierta de pavor.Con una pícara sonrisa, le ordena que se la meta en la boca, y la tímida chica obedece, chupándola con fervor.El doctor, no uno que la retenga, la toma por detrás, su enorme polla estirando su apretado agujero.Maddy May no puede evitar gemir de placer, su cuerpo se retuerce bajo sus poderosas embestidas.El clímax de su encuentro la ve agachada, tomando su enorme verga profundamente dentro de ella una vez más.La vista de su cuerpo cubierto de semen, unido a sus gemidos extáticos, deja al doctor completamente satisfecho, su visita al hospital nada menos que un éxito.