Mientras ato a mi pareja en la cama, el aire es grueso por la anticipación.Agarro el cinturón, símbolo de autoridad y disciplina, y comienzo a administrar una nalgada fuerte.Cada golpe resuena a través de la habitación, añadiéndose al intenso ambiente.Mi esposa se retuerce con anticipación, su cuerpo se tensa por la expectativa.Continúo castigándola, cada golpe más fuerte que el anterior.Sus gemidos de placer llenan la habitación, un testimonio del placer que está experimentando.La vista de ella, atada y a mi merced, es un espectáculo para contemplar.Disfruto del poder, del control, de la emoción de todo.Y a medida que la continuo castigando, no puedo evitar sonreír ante la satisfacción escrita en su rostro.Este es nuestro mundo, nuestro parque de juegos, nuestro juego.Y apenas estaban comenzando.