En un arriesgado botín, un ladrón tonificado se infiltra en los confines seguros de una comisaría, sin darse cuenta de que cada movimiento de ella está siendo captado en cámaras ocultas.El oficial de seguridad, estricto ejecutor de la ley y el orden, la confronta en la oficina, su severa mirada cumpliendo con su terror a los ojos abiertos.En lugar de detenerla, opta por ejercer su poder de una manera mucho más siniestra.La obliga a desnudarse, dejando ver su forma desnudita capturada en cámara.Sus gritos de miedo y humillación son silenciados cuando le ordena que lo complazca.Obedece, sus lágrimas se mezclan con el sabor de él mientras hace una mamada profunda y apasionada.El oficial luego la monta, su intenso acoplamiento capturado en todo su crudo y explícito detalle.El ladrón, ahora completamente dominado, solo puede cabalgar su destino con rudeza, cada gemido amplificado por los fríos y resonantes muros de la oficina.Este es un cuento de poder, control y la naturaleza retorcida del deseo.